Cuando se marca la casilla 106 de Actividades de Interés Social o X Solidaria en la declaración de la renta, las ONG ponen en marcha programas que, además de luchar por la erradicación de la violencia contra las mujeres, potencian proyectos relacionados con su salud, su integración laboral y, ante todo, lucha contra las desigualdades que sufren fomentando su empoderamiento, especialmente el de las mujeres en situación de extrema vulnerabilidad.
Situación que la crisis sanitaria, social y económica que ha traído consigo la pandemia no ha hecho más que incrementar, tal y como destaca el estudio “El impacto de la pandemia por covid-19 en la violencia de género en España” publicado por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, el cual confirma que, a pesar de la bajada histórica en el número de denuncias y homicidios en 2020, la violencia de género durante la pandemia no ha dejado de aumentar, viéndose potenciada por tres mecanismos: aumento de factores como el aislamiento, la justificación, el control, etc. que utilizan habitualmente los agresores para ejercer la violencia; aumento de la dificultad de las mujeres para salir de la violencia por falta de oportunidades; y limitación del acceso de las mujeres a los recursos asistenciales. Además, el estudio también determina que durante la pandemia de la COVID-19 ha habido un aumento en las situaciones de control de las mujeres, elemento esencial en la violencia de género dentro de las relaciones de pareja.
Pero la pandemia también ha vulnerado a las mujeres en otros ámbitos como ha sido el laboral. En este sentido el estudio Women in Work 2022, elaborado por PwC, determina que el aumento del desempleo femenino y la mayor proporción de mujeres que han abandonado el mercado laboral a causa de la situación generada por la COVID-19, han supuesto un retroceso de, al menos, dos años en el progreso hacia la igualdad de género en el trabajo. El estudio, además, estima la existencia de una brecha de género provocada por la COVID-19 y asegura que, en la actualidad, hay 5,1 millones más de mujeres desempleadas y 5,2 millones menos de mujeres participando en el mercado laboral que si no hubiera habido pandemia.
Debido a esta situación y con el objetivo de contrarrestarla todo lo posible, diferentes ONG desarrollan proyectos financiados a través del IRPF, por ello, quien marca la casilla 106 de Fines Sociales o X Solidaria, apuesta por disminuir las desigualdades hacia las mujeres y luchar contra la violencia de género. De esta manera, en 2021 se destinaron 3.669.983,39€ a proyectos para luchar contra la desigualdad de género que beneficiaron a 1.672.691 mujeres; además también se destinaron 4.278.512,63€ para realizar programas que luchan contra la violencia de género, y de los cuales se beneficiaron 1.028.347 mujeres.
Una de las entidades más implicadas en luchar contra la desigualdad y violencia que sufren las mujeres es la Federación de Mujeres Progresistas (FMP) quien, gracias a las personas que marcan Fines Sociales en su renta, realiza programas dirigidos a la protección de las mujeres y sensibilización de las principales discriminaciones que sufren. Desde los que tienen que ver con la protección integral a las víctimas de delitos de violencia en cualquiera de sus formas y a la prevención de estos desarrollan Tendiendo Puentes contra la violencia de género; además llevan a cabo la red No Acepto que consiste en el estudio y visibilización de los matrimonios forzados en España y Ciberacoso, cuyo objetivo es crear también estrategias para acabar con la violencia digital como un delito de odio contra las mujeres. En cuanto a salud, la FMP lleva a cabo En Clave Saludable, que busca mejorar la atención que reciben las mujeres a través de la implementación de la perspectiva de género en la salud.
La implementación de esta perspectiva en el ámbito de la salud es fundamental, algo que también es posible a través del programa Educación para la Salud que realiza Scouts de España y para el cual utiliza el tiempo libre como espacio propio de trabajo a través de actividades diversas en la naturaleza y al aire libre: acciones de promoción de la práctica deportiva, sesiones de educación vial, actividades para la prevención de drogodependencias y adicciones sin sustancia, talleres de promoción de la salud y de hábitos de vida saludable, actividades de prevención de ITS y sobre embarazos no deseados entre muchas otras. Las niñas y niños, mujeres y hombres de la entidad incorporan de manera diferente la promoción de la salud, con el objetivo fundamental de educar en igualdad, abordando la influencia de los factores sociales, culturales y biológicos en la coeducación.
En relación al ámbito de las adicciones, UNAD, la Red de Atención a las Adicciones, desarrolla una serie de iniciativas relacionadas con la igualdad en el ámbito de las adicciones. Hay que destacar el proyecto Género en Servicios de Adicciones que incluye la Escuela de Adicciones y Género. En relación a la violencia, UNAF está impulsando un Observatorio de Violencia de Género y Estigma. Por otra parte, también ha comenzado a formar a las UFAM (Unidades de Atención a la Familia y la Mujer de la Policía Nacional), para mejorar la atención a las mujeres con problemas de adicciones que además son víctimas de violencia de género.
Para apoyar a las mujeres en situación de vulnerabilidad, otra de los proyectos que se realizan cuando se marca la X Solidaria en la renta, es El Punto de información y asesoramiento integral para la mujer víctima de violencia de género y/o en riesgo de exclusión social de la ONG Movimiento por la Paz -MPDL- el cual apoya a mujeres víctimas de violencia de género y/o en riesgo de exclusión social desde un enfoque integral, a través del asesoramiento, información y acompañamiento desde los ámbitos social, jurídico, sociolaboral y psicológico. Se lleva a cabo a nivel estatal en Madrid, Logroño, Melilla, Barcelona, Santander, A Coruña, Granada, Toledo y Valencia.
En esta misma línea trabaja Cruz Roja, que gracias a la X Solidaria, realizan el proyecto Empoderamiento a mujeres en situación de dificultad social, gracias al cual pueden apoyar en el proceso de recuperación a las mujeres en situación de dificultad social o que son víctimas de violencia. Llevan a cabo acciones que favorecen la cobertura de las necesidades básicas, contribuyen a la mejora de su salud física y emocional, fortalecen sus propias capacidades a través de acciones de orientación, información, asesoramiento jurídico y asistencia psicológica. Todo ello, con el fin de fomentar su autonomía, a través del empoderamiento, el aumento de la autoestima, la construcción de redes de apoyo sólidas y el abordaje de las consecuencias derivadas de las situaciones de violencia o desigualdad, que pueden haberlas expuesto a circunstancias de especial riesgo.
En el ámbito rural, COCEDER desarrolla el Programa estatal de formación y apoyo a la inserción sociolaboral de las mujeres del medio rural, que favorece el empleo y autoempleo y facilita la conciliación, lo que consigue empoderarlas fomentando su independencia. En las distintas regiones se llevan a cabo otros programas para la igualdad de género y promoción de los derechos de las mujeres, de igualdad de trato en zonas rurales de la Comunidad Valenciana y el programa piloto «Invernadero«, que crea un entorno seguro de desarrollo para mujeres rurales en situación de riesgo o exclusión social, con el fin de mejorar sus capacidades y posibilidades de inserción. En Andalucía se desarrollan programas de empoderamiento de la mujer rural que favorecen su crecimiento personal y formación, sobre enfoque integrado de género para lograr una sociedad basada en la igualdad, así como «salud integral y recreación artística para una vida plena» que pretende mejorar su calidad de vida apostando por la salud global.
A nivel rural también trabaja AMFAR, la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural, quienes desarrollan el programa Mujeres Rurales con Necesidades Educativas o de Inserción Laboral con el objetivo de mejorar la capacitación y la empleabilidad de las mujeres rurales españolas. En esta línea, y teniendo en cuenta el auge de las nuevas tecnologías de la comunicación, AMFAR también desarrolla el programa Oportunidades de Teletrabajo para las Mujeres Rurales, con el objetivo de salvar la brecha digital y facilitar la conciliación de la vida personal y laboral.
La X Solidaria también llega hasta las mujeres con discapacidad, ejemplo de ello es la CNSE (Confederación Estatal de Personas Sordas), desde donde, gracias a la casilla solidaria de la renta, prestan el servicio ALBA de atención y asesoramiento sobre violencia de género para mujeres sordas, que pretende paliar la falta de accesibilidad a la que se enfrentan las víctimas sordas de violencia machista poniendo a su disposición una plataforma de atención en lengua de signos española y chat que les ayude a encontrar una salida frente a esta violencia. Asimismo, ha publicado una encuesta sobre Salud integral y Mujeres Sordas que visibiliza las necesidades de este colectivo en materia de atención sanitaria; identifica las barreras que impiden el ejercicio de su derecho a la salud y plantea posibles soluciones ante la falta de accesibilidad que afecta su cuidado y bienestar.
En esta misma línea COCEMFE, la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica, desarrolla el programa Lucha contra las discriminaciones y violencias hacia las mujeres con discapacidad física y orgánica cuya finalidad es contribuir a la erradicación de los distintos tipos de violencias y factores de discriminación interseccional a los que se enfrentan las mujeres y niñas con discapacidad. A través de las acciones informativas, de concienciación y de empoderamiento realizadas en 2021 se implicó a más de 20.000 personas, entidades sociales, administraciones públicas y empresas.
Además de estos proyectos cabe destacar que, para fomentar la igualdad de género entre las y los jóvenes, La Liga de la Educación, realiza gracias a la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, con cargo al IRPF
Además de estos proyectos cabe destacar que, para fomentar la igualdad de género entre las y los jóvenes, La Liga de la Educación, realiza gracias a la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, con cargo al IRPF, La Guía Didáctica de Educación Afectivo Sexual para jóvenes, una guía adaptada a la juventud y a la sociedad actual cuyo punto de partida es la necesidad de una educación sexual basada en una información congruente y veraz, ajustada a las necesidades de la juventud. Se busca que esta viva una sexualidad sana y responsable basada en el respeto y para ello se realizarán dos guías: una primera para alumnado de entre 14 y 17 años con el que se busca reflexionar sobre qué hace el alumnado por el resto de compañeros y compañeras, dentro de la educación entre iguales. La segunda eleva la edad-objetivo más allá de los 18 años, y versará sobre la dependencia emocional, violencia machista y feminismo. Se trabajará en los ciclos formativos y universidad.
En relación a la salud sexual y reproductiva de las mujeres, y teniendo en cuenta que esta constituye un ámbito central en la salud de las mismas y está fuertemente condicionada por las desigualdades de género, la diversidad cultural y las barreras idiomáticas, la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF), a través de la X Solidaria, desarrolla un programa de Mediación intercultural especializada en salud sexual y reproductiva y prevención de violencias para garantizar el acceso de las mujeres de diferentes orígenes étnicos y culturales a los servicios públicos de salud. Además, contribuye a la erradicación de prácticas dañinas para la salud de las mujeres mediante el impulso de la Red estatal para la prevención e intervención ante la mutilación genital femenina y otras violencias de género asociadas.