El 20 de noviembre se celebra el Día Internacional de los Derechos de la Infancia, una jornada que busca poner el foco en las realidades que atraviesan los niños, niñas y adolescentes en situación más vulnerable, con el objetivo de garantizar sus derechos, así como una infancia libre de violencias, discriminación y desigualdad.
La pobreza infantil constituye uno de los problemas más urgentes en nuestro país, que presenta las tasas más elevadas de toda la Unión Europea, con 2,3 millones de niños, niñas y adolescentes pobres, según el XV Informe ‘El Estado de la Pobreza’ de EAPN-ES.
En el marco de la conmemoración, el pasado martes 18 de noviembre el Consejo de ministros realizó una Declaración Institucional donde se señalaba, de forma específica, la vulneración de derechos que supone para la infancia vivir situaciones de pobreza y desigualdad.
Desde la Red -a la que pertenece COCEDER- valoran positivamente esta declaración, así como el trabajo que ha venido haciendo el Ministerio de Juventud e Infancia con políticas como la extensión del Complemento de Ayuda para la Infancia del Ingreso Mínimo Vital, pero instan a impulsar medidas estructurales y de forma urgente, ante las insoportables tasas de pobreza infantil.
PACTO DE ESTADO PARA LA ERRADICACIÓN DE LA POBREZA INFANTIL
El pasado 5 de mayo, el presidente de EAPN-ES y EAPN Europa, Carlos Susías, compareció en la Comisión de Juventud e Infancia del Congreso de los Diputados para abogar por un Pacto de Estado para la Erradicación de la Pobreza Infantil, que se sume a la aprobación del Pacto Estatal contra la Pobreza, actualmente parado en la tramitación parlamentaria de la Cámara Baja.
Tal y como señaló en su intervención Susías, asumir el reto de erradicar la pobreza infantil, y la pobreza en su conjunto, es una cuestión de voluntad política, y una medida imprescindible de apoyo a las familias. Este hecho exige un máximo consenso parlamentario a diferentes niveles competenciales, que cuente con dotación presupuestaria suficiente, y con la participación del Tercer Sector y de las personas con experiencia en pobreza.
En este sentido, la Red insta a que el futuro Pacto incorpore medidas específicas, pero también estructurales y ambiciosas, como el apoyo universal a la crianza, garantía de ingresos en todo el ciclo vital, o el fortalecimiento de los servicios públicos, especialmente en materia de educación, sanidad, vivienda digna, y un sistema de protección de niñas, niños y adolescentes.
En el caso concreto de la prestación universal a la crianza, EAPN-ES recuerda que todos los países del norte y el centro de Europa disponen ya de este tipo de ayuda, que debe ir acompañada con políticas de conciliación y un sistema público de cuidados universal, para romper el círculo de pobreza tiempo-renta que afecta especialmente a hogares monoparentales y a personas trabajadoras precarias.
“No podemos olvidar que la pobreza infantil no es un fenómeno aislado, sino que está directamente relacionada con la situación de las familias”, señalan desde la Red. “Hablar de pobreza infantil es hablar de pobreza familiar, del derecho a una vida familiar sana, en el formato que cada familia decida libremente y siendo parte activa y receptora de los cuidados y obligaciones de su comunidad”, añaden.
Prevenir y erradicar la pobreza infantil supone, en definitiva, garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad y de sus familias. No hacerlo, por el contrario, es condenar a una parte de la infancia a la exclusión social en su niñez, en su vida adulta y, muy probablemente, también a sus futuras generaciones.