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La Confederación de Centros de Desarrollo Rural – COCEDER ha desarrollado desde el 1 de enero hasta el 30 de noviembre el Programa de Investigación Científico-Técnica, de carácter medioambiental, con apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, continuando con su compromiso de fomentar la calidad ambiental de los territorios.

La investigación se ha centrado en la contaminación de las aguas subterráneas por efecto de prácticas agrícolas insostenibles, lo que plantea una grave amenaza para la salud humana y para la del resto de los seres vivos. Esto se ha llevado a cabo en cuatro comarcas de actuación de COCEDER: La Safor, en la Comunidad Valenciana (Valencia), Tierra de Campos, en Castilla y León (Valladolid y Palencia), Vegas Altas del Guadiana, en Extremadura (Badajoz) y Sierra Sur de Sevilla, en Andalucía (Sevilla). Para las investigaciones se ha contado con la colaboración de los centros de desarrollo rural La Safor, Carrión de los Condes, Valdecea, Cerujovi y Sastipem Thaj Mestapem.

En total, se han analizado 30 puntos, la mayoría pozos de la zona, acequias y agua procedente de manantiales o fuentes naturales y se ha entrevistado a los agricultores con tierras de labor cercanas a los puntos de muestreo.

En resumen, como conclusiones se sabe que en la comarca de La Safor todas las muestras que se tomaron (6) resultaron ser aptas para el consumo, sorprendiendo la poca presencia de nitratos a pesar de encontrarse los puntos de muestreo en zonas vulnerables por contaminación de nitratos.

Sin embargo, en la comarca de Tierra de Campos la mitad de las muestras tomadas (un total de 12) no son aptas para el consumo con riesgo para la salud, generalmente por la elevada presencia de nitratos en cantidades superiores al límite de 50 mg/l marcado por la normativa sobre aguas de consumo humano.

Sólo una muestra de las seis que se tomaron en la comarca de las Vegas Altas del Guadiana, es decir, el 17%, resultó ser apta para el consumo, teniendo en cuenta los parámetros analizados. El 83% restante no son aptas para el consumo, aunque en ningún caso con riesgo para la salud.

 Igual resultado se obtuvo con las muestras de la comarca de la Sierra Sur de Sevilla, donde también el 83% no fueron aptas para el consumo debido a las características del terreno, ya que se trata de una zona endorreica y por ello, las aguas presentan valores de salinidad y de mineralización elevados. De hecho, se superan los límites legales marcados por la normativa sobre aguas de consumo humano de sodio (200 mg/l) en cinco muestras, de salinidad (2500 µS/cm) en 3 muestras y de cloruros (250 mg/l) en otras tres. Como en los casos anteriores, también se supera el límite de nitratos (50 mg/l) en dos muestras.

Estos contaminantes pueden transmitirse también a los animales salvajes (conejos, liebres, aves, pequeños roedores) y pasar a depredadores de mayor tamaño, como lobos, o a la propia ganadería. Por ello, puede causar daños severos en la salud de las personas que ingerimos estos alimentos directamente o con productos derivados.

Por todo ello, se necesita una regulación más exigente, con un incremento en el control de las aguas mediante muestreos periódicos, que asegure la calidad de las aguas subterráneas y haga sostenible su cultivo a medio y largo plazo. Para tratar de contribuir al fomento de las buenas prácticas en el sector agroganadero, COCECER hará llegar el informe completo a los agricultores y ganaderos de las zonas de estudio para que puedan adaptar sus prácticas a las características de las aguas.