- En España hay 12,5 millones de personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social, la cifra más baja desde 2014. Sin embargo, la mejora generalizada no alcanza a las 4,1 millones en situación de pobreza severa
- El estado del bienestar evitó que 11,1 millones de personas en España entrasen en pobreza en 2024. Aun así, los datos alertan sobre una problemática estructural: al menos 1 de cada 4 personas se ha mantenido en riesgo de pobreza y/o exclusión social en la última década
- Preocupa de forma alarmante la tasa de pobreza infantil en España, la más alta de la Unión Europea con 2,3 millones de niños, niñas y adolescentes pobres
- Desde EAPN-ES urgen a las formaciones políticas a aprobar el Pacto de Estado contra la Pobreza que se encuentra en tramitación en el Congreso de los Diputados.
Se ha reducido la extensión de la pobreza en España, pero no su intensidad. Es una de las conclusiones principales del XV Informe Anual ‘El Estado de la Pobreza’ presentado este 4 de junio por la Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES) - a la que pertenece COCEDER-, y construido a partir de los datos de la última Encuesta de Condiciones de Vida.
El documento recoge tanto la tasa AROPE -personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social-, como sus diferentes componentes: tasa de riesgo de pobreza relativa, la carencia material y social severa y el porcentaje de población con baja intensidad en el empleo. Además, en la presente edición, se ha incluido un análisis exhaustivo del impacto de la pobreza asociado a la vivienda, a la composición de las familias, y del alcance de las políticas sociales y económicas frente a la pobreza.
Según el Informe, el riesgo de pobreza y/o exclusión social se ha reducido en el último año del 26,5 % al 25,8 % de la población, unos 12,5 millones de personas (200.000 menos), la cifra más baja desde 2014. Para EAPN-ES se trata de una reducción importante, que refleja la apuesta por políticas sociales de estos últimos años, pero alertan frente a unas cifras que desde 2014 no han logrado bajar del 25 % de la población. Es decir, al menos 1 de cada 4 personas en nuestro país se ha mantenido en riesgo de pobreza y/o exclusión social en la última década.
Además, estas políticas no están alcanzando la intensidad suficiente para proteger a las personas que viven en condiciones más precarias, lo que cronifica su situación y dificulta las posibilidades de salir de la pobreza. Este hecho se constata con la cifra de personas en situación de pobreza severa, que se ha mantenido constante en 2024 y un punto por encima de 2008: 4,1 millones de personas viven en hogares con ingresos inferiores a 644 € al mes por unidad de consumo.
En el mismo sentido, es importante señalar que la mejoría tampoco llega por igual a toda la población. Cabe destacar el aumento de la brecha de género entre las personas en pobreza, o la situación de la población migrante extracomunitaria: más de la mitad se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social. Y, por supuesto, desde EAPN-ES muestran especial preocupación por la alarmante tasa de pobreza infantil en España, la más alta de la UE con 2,3 millones de niñas, niños y adolescentes pobres.
A eso se suma que, pese a la mejora generalizada, los datos actuales nos mantienen aún muy alejados de los compromisos internacionales adquiridos por los sucesivos Gobiernos en el marco de la Agenda 2030. En el caso de la tasa AROPE, sería del 20,1 %, es decir, 2,8 millones de personas deberían haber salido del riesgo de pobreza y/o exclusión social en 2024.
EL ESTADO DEL BIENESTAR IMPRESCINDIBLE, PERO CON MARGEN DE MEJORA
Aunque las cifras aún sean elevadas, desde la Red destacan la importancia del papel del Estado para reducir las tasas de pobreza, exclusión y desigualdad, y afrontar las consecuencias de las últimas crisis. Según el Informe, el estado del bienestar evitó que 11,1 millones de personas entrasen en situación de pobreza en 2024. Sin las transferencias del Estado, incluidas las pensiones, la tasa de pobreza sería más del doble (subiría del 19,7 % al 42,6 %), y 2,6 millones de personas más estarían en situación de pobreza severa.
Dentro de las transferencias de las Administraciones públicas analizadas en el XV Informe se incluyen ayudas por familia/hijos, para la vivienda, o los estudios, y prestaciones por desempleo, por vejez, por supervivencia, por enfermedad, por invalidez, y de garantía de renta (IMV y rentas autonómicas).
Pese a esta situación, si atendemos a la comparativa con otros países de la UE con estándares de vida similares -Francia o Irlanda-, vemos que el efecto protector del Estado es menor. Esto es más evidente en el caso de la pobreza infantil: las ayudas y prestaciones reducen la tasa de pobreza infantil un 20,2 %, menos de la mitad que la media europea (41,9 %). Por lo tanto, existe margen de mejora en el alcance y la dotación de las políticas sociales, sobre todo en un contexto donde se sitúa a España como la economía desarrollada que más crece, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
PREOCUPA LA POBREZA INFANTIL Y LAS FAMILIAS MONOPARENTALES
Como se señalaba anteriormente, en EAPN-ES muestran especial preocupación por el riesgo de pobreza y/o exclusión social entre menores de 18 años, que alcanza ya a 2,8 millones de niños, niñas y adolescentes en nuestro país. Además, el Informe revela cómo la tasa AROPE es mayor en las familias con menores: 3 de cada 10 personas en hogares con menores se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social. Especialmente delicadas son las cifras de los hogares monoparentales (más de la mitad está en riesgo de pobreza y/o exclusión social, el 50,3 %), y de las familias numerosas (49,1 % en tasa AROPE).
Frente a los preocupantes datos de pobreza infantil, desde EAPN-ES piden medidas urgentes y estructurales, como ya han hecho otros países de la UE. Es el caso, por ejemplo, de Bulgaria, Grecia o Rumanía, que incluso con peores tasas de pobreza y/o exclusión social que España, han conseguido reducir la pobreza infantil desde 2015, mientras en nuestro país se ha mantenido alta y constante.
VIVIENDA Y DISCAPACIDAD, FACTORES DE POBREZA
El acceso a una vivienda se constata un año más como un factor de empobrecimiento y desigualdad para una gran parte de la población, debido especialmente a la crisis de los precios de los alquileres. De hecho, el gasto en vivienda se lleva más de un tercio de los ingresos de las personas pobres (35,5 %), que disponen de 333 € de media tras pagar el alquiler, y de 370 € una vez abonada la cuota de la hipoteca.
Cabe destacar también el dato de pobreza energética, que encadenaba años de máximos históricos y que en 2024 descendió más de 3 puntos: el 17,6 % de la población no pudo permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada. No obstante, pese a la mejora de este año, la pobreza energética ha aumentado un 65,9 % respecto a 2014 y prácticamente se triplica desde 2008 (sube un 196,3 %).
Por otro lado, se ha analizado la estrecha relación de la discapacidad con la pobreza. Así, según el Informe, el 32,9 % de las personas con discapacidad está en situación de pobreza y/o exclusión social. Esta cifra es especialmente grave durante la edad laboral: el 40,7 % de las personas con discapacidad de entre 16 a 64 años está en riesgo de pobreza y/o exclusión social.
URGE UN PACTO DE ESTADO CONTRA LA POBREZA
Según la investigación de EAPN-ES, las prestaciones asociadas a la garantía de ingresos son las únicas enfocadas claramente a la pobreza. Si tenemos en cuenta las altas y constantes cifras, la tasa intolerable de pobreza infantil, el escaso alcance de las políticas sociales en la población en situación más vulnerable, y los compromisos internacionales, resulta de urgencia que se lleven cabo medidas estructurales y de amplio consenso político.
En este sentido, desde EAPN-ES urgen a las formaciones políticas a tener “altura de miras” y aprobar en la presente legislatura el Pacto de Estado contra la Pobreza, que se encuentra parado en el Congreso. Como señalan en la entidad, esta iniciativa debe contener medidas que garanticen ingresos dignos en todas las etapas de la vida -entre ellas la prestación universal por crianza-, acceso a una vivienda digna, empleo de calidad, educación inclusiva, políticas de cuidados y corresponsabilidad, propuestas para luchar contra la aporofobia y fomento de la gobernanza.
Los sucesivos Gobiernos han adquirido compromisos internacionales de erradicación de la pobreza desde 2015, una problemática que se encuentra en tercera posición entre las preocupaciones de la ciudadanía española, solo precedida por un mayor apoyo a la salud pública (40 %), y a la economía y la creación de empleo (35 %), según la encuesta del Eurobarómetro de invierno. “Es el momento de aprobar el Pacto, aprovechando el crecimiento económico, los fondos europeos y la propuesta ya a debate en el Congreso. Los datos y conclusiones del Informe son claros, acabar con la pobreza es una decisión política” señalan desde la entidad.
Ver de nuevo la rueda de prensa.
Fuente: www.eapn.es