El pueblo zaragozano de Inogés vivió la fiesta de la matanza con la alegría de todos los años
La matanza del cerdo ha sido una costumbre arraigada a muchas zonas del interior de España. De hecho, este rito está en nuestros genes y se ha transmitido de generación en generación. Todo el mundo quería formar parte de ella en la localidad donde se celebraba, ya que pensaban que dicha contribución era importantísima para que todo saliese bien. Por otro lado, constituía tres días de frenético trabajo en casa.
Asimismo, la época del año elegida para su celebración es el invierno- de noviembre a marzo, más exactamente-, ya que las frías temperaturas evitan posibles ataques de insectos a los embutidos y facilitan la cura de la carne.
Por eso mismo, hace unos días se llevó a cabo en la localidad zaragozana de Inogés, donde, como cada año, el CDR Asociación Cultural Grío, miembro de Coceder, realiza, junto a todas las personas que conviven en la población, esta riquísima tradición.
Tras «el mondongo», denominado así en muchas de las zonas en las que se sigue matando marranos para alimento de varias familias, todo Inogés disfrutó de una gran merienda en la hoguera de Santa Brígida, su patrona.