La mayoría de los centros de desarrollo de la Confederación de Centros de Desarrollo Rural (COCEDER) trabaja con personas mayores, uno de los colectivos más afectados en la crisis sanitaria por el Covid-19. Todos ellos han incrementado esfuerzos para continuar trabajando con los programas de ayuda, algunos adaptados de forma telemática.
Entre ellos destaca el programa de atención urgente a personas con especial necesidad en el medio rural y el programa de atención integral a personas mayores. Ambos se han intensificado con entrega de alimentos y material de higiene, llevándoles la compra y productos de farmacia a su casa y se refuerza la ayuda a domicilio.
Además, en tiempos de incertidumbre los psicólogos están realizando acompañamiento y asesoramiento telefónico, apoyando a las personas mayores en sus dudas y miedos, escuchándoles, invitándoles a hablar y sobre todo, para que se sientan acompañados.
Además, los CDR han acondicionado el programa de envejecimiento activo a mayores. Este consiste en mejorar la calidad de vida a través de actividades de formación, informática, rehabilitación, fisioterapia, gimnasia de mantenimiento, estimulación cognitiva o el mantenimiento de sus capacidades intelectuales, entre otras. Así, por ejemplo, para continuar trabajando el taller de memoria ahora les envían fichas y manualidades por correo electrónico para su estimulación. Igual ocurre con el taller de higiene postural y mantenimiento físico con vídeos y actividades de carácter terapéutico para que continúen practicando actividad física.
Aunque todos los centros de desarrollo rural de COCEDER trabajan con personas mayores, algunos cuentan con residencias y viviendas tuteladas y comunitarias. Están destinadas al alojamiento de personas mayores, en general dependientes, y con dificultades para seguir residiendo en su domicilio habitual. También se dispone de centros de día y unidades de respiro, con una atención integral a personas en situación de dependencia para mejorar su autonomía personal, como es el caso de Cerujovi (Vivares, Badajoz), que aunque ahora ha cerrado ambos centros, continúa abierta la residencia de mayores, con 75 personas dependientes y 45 trabajadores.
Los otros CDR de COCEDER que tutelan un centro de mayores son la Asociación Cultural Grío (Codos, Zaragoza), que tiene a 14 personas trabajadoras y 19 abuelos, la vivienda comunitaria de O Viso (Sarreaus, Ourense), con 12 personas internas y ocho auxiliares, la Asociación Pasiega (Vega de Pas, Cantabria), en la que actualmente hay 42 residentes y 28 empleados, y el alojamiento alternativo de CDR El Sequillo en Tordehumos (Valladolid), que cuenta con tres personas y dos trabajadores. Este servicio facilita que las personas, con cierto grado de autonomía y en situación de necesidad social o familiar, accedan a otras formas alternativas de convivencia, ya sea temporales o permanentes.
Misión
COCEDER sigue fiel a su misión que es trabajar con la comunidad rural en procesos de desarrollo integral y sostenible, en coordinación con otros agentes sociales del territorio para generar mejores condiciones de vida de la población rural y de su medio.
Igualmente, cabe recordar que entre sus valores se encuentra el del bienestar social de la comunidad rural, la integralidad, trabajar en un territorio con todos los colectivos de población (infancia, juventud, hombres, mujeres, mayores, inmigrantes, personas con discapacidad y en situación de exclusión social, etc), trabajo en equipo, respeto a las personas, defender los derechos de las personas más vulnerables y el apoyo al desarrollo y promoción de las mismas y solidaridad, facilitar los apoyos y recursos necesarios para que las personas del medio rural vean paliadas sus desventajas, promoviendo las condiciones para un medio rural en el que se reduzcan las desigualdades socioeconómicas, culturales y de desarrollo.
VÍDEO centro mayores La Lonja, de Asociación Cultural Grío
