De nuevo, las puertas del Ecomuseo se abrieron a paisanos, amigos y visitantes varios, con el éxito que cabría esperar, tras dieciocho años de celebración desde que el Ecomuseo de Tordehumos, de la mano del CDR El Sequillo – COCEDER conmemora su Jornada de Puertas Abiertas, que, en esta ocasión tuvo lugar los días 19 y 20 de agosto, para hacer, como ya es costumbre, un recorrido por los distintos momentos de la vida de nuestras raíces, nuestro pasado y la riqueza del medio rural que a diario, tanto nos aporta, y que en esta ocasión se centró, en la apasionante vida del pastor del entorno rural.
Bajo el título “Por cañadas y Arreñales”, y con una exposición fotográfica a la que acompañó una inestimable muestra de los diferentes utensilios de la profesión que, junto al resto de labores, coparon la exposición etnográfica de esta gran casa de labranza que ya se ha convertido en referente de toda la comarca en un fin de semana de diversión y aprendizaje a partes iguales.
Convivencia, viajes al pasado y recuperación de saberes y tradiciones de las que han podido disfrutar cerca de ochocientas personas
Igualmente, y como ocurre año tras año, este encuentro se convirtió para muchos en la mejor oportunidad para conocer, sentir y vibrar con los saberes tradicionales de nuestra tierra, con los aperos de nuestros antepasados y en definitiva, con un pasado que está al alcance de nuestra mano y del que aún tenemos mucho que aprender.
Además, por si esto fuera poco, conocimiento, nostalgia, pero sobre todo el saber tradicional que emana de esta gran casa de labranza que, en muchos casos, nos devuelve a los orígenes de la cultura rural, recordándonos cómo vivía y trabajaba la población de Tierra de Campos, y en particular, cómo lo hacían quienes se dedicaban al oficio de pastor.
De igual modo, todas las personas que se animaron a visitar el Ecomuseo, tuvieron la oportunidad de participar en los ya conocidos talleres tradicionales que se realizaron sendos días y en diferentes horarios y en los que varias mujeres de la zona que ya ejercen de “expertas artesanas” ilustraron de manera más que fidedigna, la elaboración de jabones artesanos, pastas de manteca, bolllos, queso y requesón,… para después, gozar de estos ricos manjares en el mejor de los entornos.
Un evento que coincidió como en estos años, con la celebración del Mercado Artesanal de Tordehumos, lo que sin duda animó aún más a la afluencia, y que cada año hace que desde el centro nos sintamos orgullos@s de esta gran iniciativa y de todas las personas que la hacen posible, no sólo con su trabajo, esfuerzo y aportaciones a la causa, sino también con su asistencia.