El Centro de Menores Río Grío inició actividad en 1997 en Codos, municipio de 217 habitantes, con el objetivo de ofrecer acogimiento residencial y educativo a menores, tutelados por el Gobierno de Aragón, con alteraciones de conducta o en situación desprotección. En Grío actualmente se trabajan cuatro secciones —casas I a IV— y una casa de emancipación para jóvenes mayores de 18 años. El proyecto inició su andadura con cinco menores, actualmente acoge a 30 y tres jóvenes emancipados.
Su equipo multidisciplinar( psicólogos, pedagogos, maestros, trabajadores y educadores sociales, junto con un psiquiatra), trabajan de forma coordinada y estable, con reuniones periódicas y formación continua, basándose en los principios de individualidad, flexibilidad y socialización, dentro de un enfoque educativo centrado en la persona.
El emplazamiento rural de Codos constituye un entorno educativo privilegiado y altamente integrador, que favorece múltiples objetivos: separación del contexto de origen potencialmente perjudicial para menores; la reeducación y socialización en un medio positivo y seguro; visualización de los menores como parte activa en comunidad, participando en la vida cotidiana del pueblo. La implicación vecinal y comunitaria actúa como elemento de contención social y apoyo educativo, reforzando la cooperación y sentido de pertenencia. Además, el entorno físico facilita estabilidad y seguridad, permitiendo una reinserción gradual y adaptada a la edad y madurez de cada menor.
El perfil de los menores incluye niños y adolescentes de 6 a 21 años, derivados desde la Diputación General Aragón, muchos procedentes de contextos familiares desestructurados, con historial de violencia, abandono o consumo de drogas. También acoge menores extranjeros no acompañados (MENAS) y niños con necesidades educativas especiales o trastornos del desarrollo.
El modelo educativo promueve el desarrollo integral, autonomía, corresponsabilidad y participación. La escolarización es obligatoria y se refuerza con apoyo educativo individualizado, actividades comunitarias, terapias (psicológicas, ecuestres, musicales) programas formativos y laborales. Se fomenta la convivencia, gestión emocional y aprendizaje de hábitos saludables, higiene y alimentación equilibrada. Las actividades del centro incluyen trabajo con animales, huertos y talleres, con un fuerte componente terapéutico y pedagógico. El cuidado de los corrales y animales, fomenta la empatía, responsabilidad y autoestima. La participación en la vida del municipio es clave en su integración.
La coordinación institucional es continua con el Instituto Aragonés de Servicios Sociales, centros educativos, servicios sanitarios, judicatura, empresas y entidades locales. El proyecto se rige por la normativa aragonesa y estatal sobre protección de menores e infancia.
Hasta la fecha, 205 menores han participado en el proyecto, de los cuales el 78 % ha logrado una integración social satisfactoria —ya sea por retorno familiar, acceso al empleo, continuación de estudios o emancipación. También se valora la continuidad voluntaria en Codos de jóvenes sin alternativa familiar, la capacidad de respuesta del equipo educativo ante nuevas necesidades y la cobertura de servicios básicos (salud, formación, alojamiento, transporte y alimentación). Asimismo, se observa la participación activa de los menores en la vida comunitaria y la reducción de conflictos conductuales. En el ámbito cualitativo, se evalúa la satisfacción de menores y profesionales, la estabilidad del centro y la calidad de los vínculos creados, ya que muchos exresidentes mantienen el contacto con el equipo, reflejando la permanencia del lazo educativo y afectivo.
En conjunto, Centro Río Grío combina educación, afectividad y estructura social para ofrecer una intervención educativa integral orientada a la reinserción familiar y social, autonomía personal e inclusión comunitaria de los menores atendidos.